U
cabistas en el exterior
De cómo el teatro se hace con letras
Entender el Taller de Teatro de la Escuela de Letras es comprender una vida. Mi vida. Cuando en 1984 ingresé como un nóvel estudiante ucabista en búsqueda de un lugar en el cual usar sombrero sin tener que dar una explicación, y me encontré con un mundo de máscaras, sugerencias y letras. Pero no voy a hablar de mí sino del motivo por el cual se ha hecho teatro durante estos 15 años ininterrumpidamente.
Las actividades del taller surgieron bajo la coordinación del profesor José Manuel Peláez con quien decidimos iniciar el taller con el montaje de “Tres rollos importados y uno de ñapa” una pieza colectiva basada en tres textos del teatro del absurdo europeo y un monólogo de José Ignacio Cabrujas. Obra con la que se inicia una manera de “hacer teatro” que es lo mismo que decir “interpretar la vida”. Desde ese momento el encuentro todos los lunes de 6 a 8 para el ensayo, se convirtieron en un compromiso con la posibilidad de expresarnos con un público con características muy específicas: universitario. Empezamos haciendo teatro porque es la única forma de aceptarlo y aprenderlo a través del rigor que exige el montarse sobre las tablas y abrir de esta manera la posibilidad a la ceremonia.
La diversa visión de temas y estructuras dramáticas ha ido permitiendo a varias generaciones de egresados de la Escuela de Letras, Educación, Comunicación Social y Administración transitar por el vertiginoso proceso del encuentro de la palabra y el gesto escénico. Un encuentro que ha tenido como objetivo ahondar en el oficio del hacer teatral: actuación, producción, diseño y dirección. Teniendo como resultado toda una estilística con la que el público ucabista puede reconocerse. Esta empatia es posible porque nos hemos dado a la tarea de entendernos como un grupo de teatristas que asume cada montaje con el rigor y la experimentación propia del teatro contemporáneo.
Sólo por eso hemos logrado que en el Proceso por la sombra de un burro de Friedrich Dürrenmatt (1985) pudiéramos hacer participar al espectador en un litigio, que en Los Peces del Acuario de José Gabriel Núñez (1986) los peces deambularan entre el público, que en Marat-Sade de Peter Weiss (1987-88) el hospicio para enfermos mentales de Charenton fuera toda la sala del Módulo IV, que en Las Criadas de Jean Genet (1990) la irreverente inversión de roles motivará al espectador, que en Toco tu boca basado en Rayuela de Julio Cortázar (1991) la acción estuviera delimitada por el despecho y la literatura, que en Décimo sexto asesinato (1992-93) de Frank Spano hiciéramos un homenaje al cine negro de los cincuenta haciendo cine de los cincuenta en la escena, que en La Verdadera Historia de Madame Butterflay (1994) basado en textos neo-realistas hiciéramos que el espectáculo fuera para nueve personas dentro de las cuales estaban cuatro actores haciéndose pasar por espectadores, que en La Indagación de Peter Weiss (1996) el genocidio fuera un problema criollo y que en El Wistling de Libia Suárez (1998) que el espectador se convirtiera en verdugo de los actores. Montajes que marcan nuestra historia como una seria, experimental y auténtica búsqueda del discurso teatral.
Es en este recorrido creativo como nos dispusimos a escribir durante un año en el taller de dramaturgia breve (1997) y del que surgieron varios textos, dos de los cuales serán representados del 16 al 23 de abril en una nueva temporada del Taller de Teatro de Letras. La invitación (aunque un poco temprana) es para que asistan al díptico escénico: La Muerte va sin ache basado en los textos Cubitos de Hielo de Adriana Trombetta y Humaquinidad de Maigualida Gamero en donde la interacción del espectador como testigo del argumento en la escena de estas piezas dramáticas le ofrecerá nuevas perspectivas sobre cómo vivir el humor cerca de la muerte.
Frank Spano Director del Taller
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Nota del Taller de Teatro:Frank Spano fue nuestro Director hasta 1999. Actualmente vive en España. Saludos Frank.
